De donde viene el silbido
El mensajero
es ese personaje que recorre el barrio distribuyendo distintas mercancías a los
vecinos, previo un acuerdo de pago por el servicio. Recuerdo que llegaron para quedarse desde hace más de
dos década, pero soy de las que prefiere ver y elegir lo que quiero comprar y
por eso nunca tuve mensajero.
Pero ahora sí
tengo una y muy singular, el contacto con él es fundamentalmente por las tardes y los fines de semana. A mi
hija y a mí nos llama mucho la atención, no se si al resto del vecindario le
pasará igual.
Lo percibo
poco a poco según se acerca al edificio, el pedalear de su bicicleta es
constante, como lo es también su silbido: llegó el mensajero del silbido. En
ocasiones identifico en su silbar una melodía de moda, otras pienso que sea de
su inspiración. Será este joven alto y robusto, mensajero de mis vecinos, un
músico frustrado que se conforma entonces con silbar y pedalear a un mismo
ritmo. Solo detiene su ¨música¨ para llamar a Cary, La China, Nieves o Hugo y entregarle la
mercancía.
Me preguntó si
en el futuro no le traerá dificultades
ese constante silbar, pudieran deformarse los labios o pronunciárseles los
dientes.
Reconozco que
en ocasiones el silbido se hace penetrante y tan constante que incomoda y
exaspera, pero no deja de ser algo singular. La verdad es que prefiero
seguir escuchando con su acompasado
ritmo y sin estridencias al Mensajero
silbador
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